Cartel de la exposición Ivan Zulueta: imagen/enigma, en KMK. 2002.
Cartel para El Tercer Hombre. 2000
Boceto de un plano de Ritesti. 1992
Con Carlos Astiárraga, en el Festival de Cine de San Sebastián. 1980
Encuentro con Pedro Almodóvar, en el rodaje de Párpados. 1989
Estudio de logotipo. 1962
El primer cartel mural de Ivan Zulueta. Palacio Kursaal, San Sebastián. 1959
I.Z: Hay cosas que teniendo más vidas, más tiempo, más todo, me encantaría tocar…
2002
Exposición gráfica-plástica en el centro Koldo Mitxelena Kulturunea de Donostia-San Sebastián. Exploraciones actuales alrededor de las polaroids en Galería DV. Maratón con toda su obra cinematográfica y televisiva en el cine Principal. Su obra fílmica se digitaliza. Polemiza con sus amigos en torno a películas del momento, Dancing in the Dark de Lars von Trier, Moulin Rouge de Baz Luhrmann y Mulholland Drive de David Lynch. Sus cortos en 35mm Frank Stein y Masaje (1972), se proyectan en distintos festivales internacionales. Se publica en la colección Espiral de la librería de cine Ocho y Medio el guión cinematográfico de Arrebato (1979) y de Leo es pardo (1976).
2001
Cartel-homenaje a Stanley Kubrick y a 2001: una odisea del espacio. Se vuelve a plantear la urgencia de hacer cine. Varios productores jóvenes toman nota. Unos cuantos veteranos también. Pilar Sánchez, considerada por muchos la "representante en la tierra" de Iván, parte fundamental en la recuperación del Zulueta cartelista.
2000-1998
Carteles para reposiciones de grandes clásicos del cine como El tercer hombre. Cartel para una colección videográfica en homenaje a Marlene Dietrich. Cartel para Amnistía Internacional. Carteles de Ataque Verbal de Miguel Albadalejo y Leo de José Luis Borau. Homenaje en el Festival de Video de Vitoria-Gasteiz y en la VI Semana de Video Amateur de Castellón. En diciembre del 99, TVE programa Arrebato. Todos los estudiantes de todas las escuelas de cine del país la comentan al día siguiente.
1997
En el Festival de Cine de San Sebastián, con una de las salas del Astoria abarrotada, se proyecta Arrebato. El público escucha la lectura de unos folios garabateados por Iván en los que se pronuncia abiertamente sobre la droga, el cine y los personajes de su película
1997-1993
Años bárbaros, años oscuros. Años de heroína. Obra abandonada, falta de ritmo interno y externo. No toca un lápiz. No dibuja. Ve malamente cine. No escucha música… Se le rinde pleitesía en el festival de Toronto. Repetido y desesperado intento de poner en pie un guión para una largometraje escrito en colaboración con Antonio Ribelles.
1992
Rueda un capítulo para la serie de TVE Crónicas del mal. Se titula Ritesti. Está tomado por el fuego y una leyenda de amor, infidelidad y venganza, está reproducida en los cuadros de una pastelería que sólo abre de noche… para atender a los viajeros que perdieron el último tren.
1991-1989
El Festival de Cine de Alcalá de Henares recupera gran parte de la obra de Iván y se publica el libro Iván Zulueta, la vanguardia frente al espejo de Carlos F. Heredero. Valencia homenajea también su trabajo como cartelista en una exposición titulada Pausas de papel. El 28 de septiembre de 89, TVE estrena Párpados.
1989-87
Luis Eduardo Aute propone a Iván que realice uno de los capítulos de la serie Delirios de amor, juego de historias de amor urbanas en el que participan realizadores como el mismo Aute, Félix Rotaeta, Adolfo Arrieta, Emma Cohen… Zulueta comienza a jugar mil juegos en sus bocetos de guión, borradores por los que aparecen no sólo gemelas, dobles y pares sino Gauguin, Van Gogh, el tiempo traicionado, un puñado de títulos sugestivos: Devora Dora, Selva-acción, la imagen de una Gran Vía contemplada desde el otro lado del espejo y una frase que se repite con fuerza: "no poseo, no penetro, no accedo al objeto soñado…" Iván maneja a tope cualquier posibilidad de puesta en escena y de montaje, exprime al máximo la música compuesta por Alvaro Cárdenas y utiliza la banda de sonido a su antojo mientras sueña con la creación de un equipo técnico que le sea propio.
Marisa Paredes, rodando Párpados. 1989
1987-81
Años bárbaros también estos. Años oscuros. Pero también años de vértigo y alucine. Su cartel para El pecador impecable (Augusto M. Torres, 1987) es rechazado al igual que el de El arreglo (J. A. Zorrilla, 1983), pero los de Laberinto de pasiones (Pedro Almodóvar, 1982), Entre tinieblas (Almodóvar, 1983) y ¿Qué he hecho yo para merecer esto! (Almodóvar, 1984), causan furor entre el público, los coleccionistas y los estudiosos. La gente recuerda cuáles son los maestros de Zulueta en el mundo del cartel: Bass, Mac, Jano.
Arrebato lleva a Iván a varios festivales. Viaja a Vittel y, en compañía de Carlos Astiárraga, entre otras cosas hermano del productor de la película, a Chicago. La productora Tesauro le propone realizar otro largometraje. Hubiera sido algo que podría haberse titulado The End, musical urbano, cuyo guión tardó un año en escribirse, guión en el que colaboró Damián Iradier. Un proyecto que, entre curas y siquiatras, Iván tuvo que abandonar en el último instante como se abandona a una novia en el altar al descubrir que uno no la quiere y no se puede casar con ella. Más tarde o al mismo tiempo, sueña títulos estrambóticamente certeros para películas que nunca serán: Lalo Lelo y Lola Lela, Criaturitas de Dios, Te la vi en Tel Aviv, Que duermas con tu apetito, De mentes locas, Rosemary´s Bamby…
Comienza también otra exploración en torno al enigma que es la imagen. Empujado por Teresa Nieto, descubre el misterio de la foto inmediata. Empieza la aventura de la fotografías polaroid. El placer de conseguir la imagen instantánea, imagen quieta que se mueve. ¿O era al revés? En su apartamento de Plaza España, el hielo del congelador de la nevera avanza por el suelo. En el glaciar, Iván coloca unos muñecos. La cámara fotográfica, testigo.
1980-1979
El nueve de junio de 1980 en el cine Azul de Madrid se estrena Arrebato. La noche será larga y algunos de los invitados acaban en las dependencias de la Dirección General de Seguridad. La imprescindible revista Fotogramas no ha podido hacerse eco del rodaje porque ha dejado de publicarse durante ese tiempo. Por el escalonado entre su estreno en Madrid y Barcelona, la película será la más votada en la capital de España para los premios Fotogramas de Plata pero no en Cataluña. Al año siguiente, toda Barcelona la vota pero ya pasó el tiempo de Madrid, así que Arrebato no consigue ningún premio. Sin embargo, es finalista al galardón de mejor película en el festival de cine de misterio Mystfest y en 1982 conseguirá el Premio de la Crítica y el galardón al Mejor guión en Fantasporto, mítico festival de cine fantástico que sucede en Oporto. Por el contrario, Cannes y Berlín la rechazan por considerarla, de alguna manera, extrema y terminal. En cuanto a las críticas, pocos parecen comprender la película en su tiempo: "Iván Zulueta tiene por el cine un gran y obsesivo amor que no es correspondido"
Sin embargo, el rodaje había sido una auténtica y correspondida historia de amor-odio. Un conjunto de gentes filmando algo que para todos, tanto los que lo intuían como los que no, iba a ser bigger than life. Un rodaje en el que, aunque la leyenda diga lo contrario, se trabajaba a muerte y había días en que Iván llegaba al punto de filmación con 57 planos planificados y, al revés de lo que suele suceder habitualmente en los rodajes, se rodaban todos.
Con WillMore y otros amigos. 1976
1978-70
Son años marroquíes. Son años de Ibiza. Son años en los que los amigos reciben felicitaciones navideñas altamente peligrosas y absolutamente "terry bols". Son años de ácido. Son años de irse a Berlín para presentar en la Berlinale Leo es pardo. Son años en los que Will More seduce a Taylor Mead en Nueva York e Iván lo filma. Son los años del local donostiarra Drugstore, de las carpetas para los discos de los grupos amigos. Son los años de viajar desde Roma a Cannes pasando por Brescia. Son los años de ir con los amigos a los carnavales de Tolosa para ver a los mozos del lugar bailar con muñecas hinchables tamaño natural. Son los años en que uno es ayudante de dirección en Los restos del naufragio de Ricardo Franco y con Chávarri en Vestida de tul.
Son años en que la memoria musical es riquísima y las bandas de sonido y música de los Super 8, sorprendentes y gozosas. Son años, una vez más, de búsqueda y captura de la imagen. Son los años en que se decora el cine California y se diseñan tiendas gloriosamente imposibles.
En el plató de Ultimo Grito. 1968
1969-1964
Antes de llamarse Un, dos, tres, al escondite inglés , el primer largometraje de Iván se llamó mil cosas más pero sobre todo, Caca, culo, pedo, pis, aunque también quisieron titularlo Popilandia y Cacalandia. Se empezó a rodar en noviembre del 68. Y el primer día Iván diseñó, casi fabricó, y pintó los decorados además de crear el grafismo y la cartelería. El segundo día no rodaron. Estaba muerto de cansancio. La película es una gozosa y totalmente maliciosa celebración del pop y derrama misturas de aquellas películas de Richard Lester para y con los Beatles. La imaginación de Iván se dispara. Ilumina hacia dentro la escena nocturna en la que los Pop Tops cantan su canción. El interior se convierte en un espacio blanco y el ambiente se distorsiona….
La película se estrena tarde y mal (marzo del 70) cuando el impacto de tanta maldades en torno a Eurovisión ya había pasado.. Pero fue a Cannes y ahora está editada en vídeo.
En Un, dos, tres , al escondite inglés Iván filma a Shelly y Nueva Generación mientras que en TVE ya provoca-prueba-rueda clips con Led Zeppelin en el programa Ultimo grito. Fue allá y en ese momento cuando por la televisión empieza a llegar "por un tubo, el videoclip". Iván estaba todavía en La Escuela de Cine cuando ve unas imágenes de guerra "superaceleradas" sincopadas al ritmo de la música. La técnica permitiría después "trocearlo todo al límite y llevarlo al ritmo pero eso, enseguida, se ha revelado muy pobre en TV, y en el cine, peligroso".
Iván entra en la Escuela Oficial de Cine en octubre de 1964. La arma. Se junta con gente como Jaime Chávarri, gente capaz de sentir un escalofrío al ver un travelling lateral en medio de un musical, y dice lo que piensa del cine y de lo demás. La arma. Sobre todo porque ha estado en Nueva York y ha visto My Fair Lady en Biarritz (¿dónde mejor y cómo mejor que allá y llegando al cine en el Cadillac de la abuela?)
1963-1957
Iván había estado en Madrid de pequeño. A los seis años. A los seis años en El Prado. Con las pinturas negras de Goya y ante Las Meninas que se reflejaban en un gigantesco espejo situado en la pared frente a ellas. Volverá en 1960. En Semana Santa. Al piso 13 de Plaza España. Se apunta en el Centro Español de Nuevas Profesiones para hacer decoración. Suspende el examen para estudiar cámara en la Escuela Oficial de Cine. Ve Psicosis y West Side Story. Escribe a su amigo Enrique Ponte para contarle el alucine, el arrebato, el vértigo, la vorágine, que le provocan. Esperando la edad justa para aprender a ser director de cine (el ingreso es a los 21), se embarca -en Bilbao- en un carguero que va a Nueva York vía Lisboa. Se marea. Pero vislumbra el estuario del Delaware en Filadelfia en las navidades del 63.
Nueva York es el Nueva York de los Jets y los Sharks pero también el de la más profunda soledad. El de las exposiciones de Ivan Albright. El de la Factory y Warhol. El de los profesores de la Arts Students League. Entre ellos, Robert Peak, el creador de la publicidad de, oh, My Fair Lady…
Era el Nueva York donde descubrir, curioso, la Nouvelle Vague. El del Village.. El del cine Bleeker, de Bleeker ST, y su fastuosa programación. El Nueva York del Pop Art. Del pasmo de entrar en galerías llenas de… ¿nada?
Pero antes estuvo el colegio de los Marianistas en San Sebastián. Todo pecado y muchos dibujos de tetas, tacones y sujetadores. Amigos no muchos y el placer de volver a Aloha, la villa de los Zulueta, para ver a su madre pintar. O para soñar con que alguna tía le regale una auténtica montaña rusa que suba hacia los palacios de Ayete y baje hasta las aguas de La Concha. Antes de Nueva York, su padre, Antonio Zulueta, es nombrado (en el 57) director del Festival de Cine de San Sebastián. Y vendrá Hitchcock. E Iván le fotografiará…
D. Antonio Zulueta, saluda a A. Hitchcock en el Festival de Cine de San Sebastián. Foto. Iván Zulueta. 1960.
1957-1943
Años peligrosos estos. El peligro estriba en que casi todo lo apetecible es pecado según los confesores y los profesores. Todo, incluido el cine. El peligro consiste en no poder burlar a los cancerberos de ciertas salas cinematográficas de San Sebastián cuando las películas tienen calificaciones de 3R ("para mayores con reparos") ó 4 ("gravemente peligrosa"). El peligro es llamar a la taquilla para descubrir que Las Diabólicas está prohibida prohibidísima para ciertas edades. El peligro es que tus padres crean que vas para arquitecto. El peligro es el PREU…
…El placer es todo lo demás. Ir al teatro con la abuela. Ver más de 365 películas al año (y tenerlas apuntadas con letra de niño en cuadernos de niño). Es leer a Poe y a Guillermo Brown. Tener tebeos mil y vivir en una casa donde cualquier misterio era posible. El placer es sentir que a uno lo que realmente le gustará hacer de mayor es filmar un musical de terror aunque uno, de mayor, le pondrá muchas pegas a, por ejemplo, The Rocky Horror Picture Show. El placer es descubrir películas como Melodías de Broadway, Al este del Edén o The Girls. O sentir, después de ver Ciudadano Kane, que con un buen amigo, un Super 8 y una carretilla de competición se puede filmar algo titulado El prisionero.
Juan Ricardo Miguel (no eran tiempos la década de los 40 para ser inscrito como Iván, nombre ruso que, además, suena a zar terrible y a película filmada por bolchevique, Eisenstein) Zulueta Vergarajauregui nace en San Sebastián el 29 de septiembre de 1943. Hijo de familia historiada que habita en mansiones antiguas.