Zinemaldian Bertigo-ko kreditu-tituluak txalotu nituen nik. Jendeak jakin zezan hori txalotu egin behar zela.
Hauxe mundu eroa izenez lepo dago. Beraz, lerro zoragarri bat ematen du, marra bat bailitzan.
Adiskide Enrique eta biok ostegun arratsaldeetan joaten ginen zinera, Príncipera, Miramarrera... badakizu. Asetu arte. Saio bikoitzak, hirukoitzak, botatako guztia...
Loco por West Side Story. Aloha, 1961.
West Side Storyrekin zoratuta. Aloha, 1961
Ikustekoa da 70 mm-ko bat eskutan. Nik behin bakarrik eduki dut. Aluzinatzekoa da. Hori zabalera hori! Fotograma bakoitzak postala ematen du. Harrigarria.
Haren argitasuna!
La televisión emite imágenes de Fire Walk With Me, de Lynch. Una flor de magnolio desliza sus olores a lima y limón sobre la chimenea apagada. Bongo resopla sobre el magnetofón. Alguien se sirve un whiskey irlandés. Estamos en la zona alta de una villa poseída por la hiedra. "No es para nada el Castillo de Drácula, pero sí es viejo, desvencijado, misterioso... De todas formas, es la casa de mi infancia, o sea que no te fíes...” (Arrebato, 1979). La televisión hace rebotar en nuestras miradas los títulos de crédito finales de Carretera perdida, de Lynch.
I.Z: Y con la canción de Bowie... Cómo son estos títulos. Y esto me recuerda mi miedo de que en los Super 8 me repito. El plano este de la carretera, Lynch lo ha repetido millones de veces.
Salón de Villa Aloha. 1957.
Villa Alohako egongela. 1957.
¡Qué bonitos son!, con las rayas de señalización atravesando la pantalla como locas... Y si se ven imagen a imagen, con la música...
B.T: ¿Cuándo empezaste a colgarte con los títulos de crédito?
I.Z: De toda la vida... De verdad. Sin hacer mucha memoria..
B.T: Saul Bass..
I.Z: El año que me fuí a Nueva York. En el 64. Era el tiempo de El mundo está loco, loco, loco. Y en Cinerama. Yo tenía que ver eso. Y en Broadway. ¿Qué sería antes, Vértigo?
B.T: E incluso Anatomía de un asesinato...
I.Z: Pero los títulos no tanto, el grafismo. Lo que impactó de Anatomía ... fue el cartel. ¡Qué época! Los carteles de Éxodo, Bonjour tristesse... Yo en el festival aplaudí los títulos de crédito de Vértigo. Para que la gente supiera que eso había que aplaudirlo. De los que ya me acuerdo en plan "esto no lo puedo resistir", son los de Goldfinger. Los vi en Madrid. Increíbles, increíbles. Me siguen pareciendo lo más...
Soñando con Saul Bass. 1960.
Saul Bassekin ametsean. 1960.
Boceto para valla publicitaria en el Festival de Cine. San Sebastián, 1960.
Donostiako Zinemaldirako publizitate panel baterako zirriborroa. Donostia. 1960.
V.L.M: (cantando) Goldfinger is a man...porque había una canción.
I.Z: Fíjate en esta página (de un libro/cuaderno de carteles de cine de aquel tiempo). Visto ahora no se entiende tanto, se ha copiado demasiado... Eso me ha pasado a mí con el estilo de decoración de los años 50, que como vives con él, lo das por hecho. Pero mirad, es el asunto de las letras. De las pequeñitas. De las de relleno. El mundo está loco, loco, loco está forrado de nombres. El resultado es una línea maravillosa, un trazo perfecto. Donde mejor se luce Bass es en un reparto de técnicos todos amontonados. Empequeñece la mancha hasta límites que nadie se había atrevido. Cómo la distribuye por la pantalla... Los de West Side Story también son suyos, creo. A Bass le hemos dado por hecho pero...
Hay un revista con todos los títulos (no los de crédito, los títulos) de las películas de aquellos años. Era la época dorada de la publicidad americana. Tiras, rayas, trozos. Cada letra del título estaba completamente diseñada... Testigo de cargo... toda clase de letras.
B.T: ¿Qué títulos descubres en N.Y.?
I. Z: Quiero retroceder más en eso. ¿Sabes quién me ayudaría? Enrique Ponte, un amigo de los últimos años del colegio. Hicimos una cosa en Super 8.
B.T: Con una goitibera en plan travelling. Os salió velada.
I.Z: Enrique era el que empujaba, mejor dicho, arrastraba, la goitibera. Ibamos al cine los jueves por la tarde, al Príncipe, al Miramar, todo eso... Hasta la saciedad. Sesiones dobles, triples, lo que fuese. Y luego no lo he vuelto a ver nunca, te quiero decir. Recuerdo que la primera vez que nos dejamos de ver con película por medio fue Psicosis y West Side Story. Yo las vi en Madrid. Seguimos por carta y tal, pero... Espero que aparezca un día de esos por allí, por la exposición...
Claro que el trailer de Psicosis lo vi en el Kursaal. Estaba cortado, cómo no. Pobre Psicosis, la dejaron hecha cisco. Siempre que se veían los planos de Norman mirando por el agujero, pues el contraplano de Janet Leigh, que ya sabemos que no se le veía nada, estaba cortado. No estaba y todo iba a trompicones, pum, pum, pum. Las ganas que tenía yo de ver esa película. Con pocas me pasaba tanto.
Los títulos ahí son muy simples pero, ¿y los de Con la muerte en los talones? No sé si divagamos pero ya entraba el color. No sé por qué pero eran en verde. ¡Qué potencia de verde! Bajaban o subían unas letritas y otras venían. Siguiendo la línea aparecía Gary Grant por arriba y Eva Marie Saint por abajo y todo se iba encadenando con un edificio de Nueva York y las rayas de North -Northwest. Y en mitad de los títulos aparecía el edificio. Las letras eran contundentes, fabulosas. Y de la panorámica del edificio salía Gary Grant...
V.L.M: Aquí, West Side Story se estrenó en el Astoria. Nos escapamos del cole para verla...
I.Z: Y llegaría bastante más tarde, me imagino. Se escalonaban tanto las cosas... Sobre todo la aparición de las grandes, de las superproducciones. Algunas eran estreno de Pascua...
Y luego, claro, las de 70mm... Porque entonces se daban en 70mm. Hay que ver un 70mm en la mano... Que yo sólo lo he tenido una vez. Y es que es alucinante. Este ancho de película. Cada fotograma es como una postal. Impresionante... La nitidez que tenía aquello... Es una pena que se haya ido al garete...