Opio erretoki bat jarriko nuke nik Donostian.
Droga kontu honetan, dosia da pozoia; debekua, gehiegikeria bat; eta etsaia, gainerako guztia: gansterrak, trafikoa, manipulazioa. Horrek denak sortzen du, etengabe sortu ere, arazoaren arazoa, konplikazioaren konplikazioa. Bestela, drogak gure lagunak izango lirateke, dira. Lagunekin jokatzen jakin behar baita. Droga kontuan dena norberaren esku utzi behar litzateke. Badakizu, up to you
Metadonarekin menpeko izaten jarraitzen duzu, eta gainera txispa kentzen dizu. Zergatik heldu behar diozu zerbaiti, ezer ematen ez badizu?
Gure dosifikazioren jabe izan behar genuke. Izorratu egiten nau 60 urterekin oraindik ere esatea zer egin dezakedan eta zer ez. Ez al dugu inoiz helduak izan behar, ala?
¡Oh justo, sutil y poderoso opio!, que a los corazones de ricos y pobres, a las heridas que nunca se curan y a los accesos de angustia que "dan al espíritu tentaciones de rebeldía" llevas un bálsamo apaciguador; ¡elocuente opio! que con tu retórica poderosa disipas los movimientos de cólera y por medio del sueño celestial lavas las manos del criminal de sangre. ¡Oh justo, poderoso, inflexible y sutil opio!
(Thomas de Quincey)
I.Z: Siempre me ha gustado esa escena en All That Jazz en la que Scheider abre el botiquín y y tiene el bote de anfetaminas con su nombre escrito. ¡qué gusto!
(Como prueba de que nada es igual que en el cine, Iván saca de la cubitera un bote. También lleva su nombre en la etiqueta pero es sólo… metadona).
B.T: En Arrebato la droga se contempla desde muchas miradas. José dice: …Hay polvos y polvos, pero de los polvos que no son Los polvos… estos polvos son; ¡los más polvos! Y cuando Ana le contesta, Pero no es ácido, responde, Caballo… heroína, chica.
Ana, una recién llegada, afirma Ya sé que esto cuelga, y José repite las palabras de Pedro: ¡Cómo no!… Qué tontería, es como todo; no conviene pasarse, si te pasas no vale… Muy hija puta, sí señor… Calma… Doma…Una mierda delicada…
A su vez, Pedro en su noche con José, sentencia (o así): …Ya te habrán dicho que, normalmente, ni como ni bebo ni follo ni fumo ni duermo…No duermo, ¿sabes? Yo descanso despierto, o al menos eso digo cuando hablo. Sólo hago esas cosas cuando no hay más remedio y me meto unos polvos de esos. Me rebajan… No me relajan, me reba-jan… el ritmo… me ponen en "mi edad", me sacan del estado de hibernación, digamos… Resulto más presentable, aceptable… pero a mí no me gusta… me hacen crecer.
I.Z: En el fondo, las drogas son los aliados de los que tanto se habla en la película. Pero con los aliados hay que saber jugar.
V.L.M: Como en la ruta de la seda, que cuando paraban supuestamente para descansar se sentaban a fumar una pipa de opio.
I.Z: Yo pondría un fumadero de opio en San Sebastián.
V.L.M: Como los de Thailandia, con sus cojines, sus cortinas, su té, sus pasteles, los sirvientes que te ofrecen la pipa…
I.Z: A mí es que me da tanta envidia cuando Robert de Niro entra en un fumadero en Erase una vez en América, la de Leone. Lo que está muy claro es que la dosis es el veneno, la prohibición, una monstruosidad y el enemigo, el gangsterismo, el tráfico y toda la manipulación.
Dirigiendo la escena del "pico", en Arrebato. 1979.
Arrebatoko “zaldiaren” eszena zuzentzen. 1979.
V.L.M: La manipulación es absoluta.
I.Z: Se está continuamente creando el problema del problema.
V.L.M: (risas) La complicación de la complicación. ¿Recordáis? Lo decía en Brazil, esa tipa maravillosa, Katherine Helmond. ¡Cómo era!, con aquel sombrero fastuoso en forma de zapato y aquella toilette…
I.Z: Pero aparte, estamos hablando de opiáceos. Es que un pinchazo es muy agresivo… Claro que la heroína siempre fue otra cosa y cuando llegó de América, ya había toda una tradición de muertos por sobredosis. Se avisaba de ello. De que no tenía nada que ver con el hash o con el ácido.
Se le vieron las orejas al lobo antes que, por ejemplo, a la coca. Todo está muy fechado. Que se venía del ácido y de una serie de cosas. Suena absurdo pero es verdad. Había hasta slogans… Ahora no recuerdo ninguno pero en fin, cosas como que los enemigos son los padres… Toda una herencia de conocimientos que había que enterrar. Que no había que hacer caso. Que era justo lo contrario. Entonces, el caballo sería lo contrario. Pero había una advertencia de que no, de que esta vez no. Nada más anti hippie que el caballo, que es completamente la antiutopía… Y estaba en las películas. Flotando como una amenaza en El restaurante de Alicia.
Cecilia Roth y Eusebio Poncela. Fotograma de Arrebato. 1980.
Cecilia Roth eta Eusebio Poncela. Arrebatoko fotograma. 1980.
B.T: Has contado que Rafa Gálvez te dijo un día que nunca habría creído que te fueras a colgar del caballo porque es incompatible con ver cine.
I.Z: Y es que es verdad. Drogarse e ir al cine no puede ser. Te duermes. El caballo te "acolcha". La hierba es otra cosa. Con la heroína no pierdes sensibilidad pero sí "despiertez". Y para ser un buen espectador hay que estar alerta. Ver una película te exige tiempo, una lectura, la memoria continuamente funcionando… Con el caballo pasas de estar aware.
V.L.M: Sí. Lo que pasa es que…
I.Z: …El veneno está en la dosis. ¿Verdad que no hay cosa peor que dormirse en el cine? Peor incluso que ir con gente borracha y que luego te cuente lo que cree haber visto. La pesadilla máxima.
B.T: No te duermes del todo y te duermes dentro de la película…
"WillMore y Beatriz". Dibujo. 1983.
"WillMore y Beatriz". Marrazkia. 1983.
I.Z: Como aficionado es un horror porque te pierdes un trozo y te haces una tortilla espantosa. No quieres reconocerlo. Si te lo dice alguien ni te cuento pero tampoco te lo reconoces a tí mismo. Estás luchando contra ello y no puedes, no puedes…Me pasó con Mulholland Drive… En fin, sería culpa de la metadona.
B.T: ¿Acolcha?
I.Z: Me imagino que porque no hay síndrome de la abstinencia. Pero es un parche. La única ventaja es que está auspiciada y vas a un sitio donde te la dan. Por cierto, ese relato que tiene Burroughs, Junky, sobre un pueblo, en Kentucky, creo, a donde cada cierto tiempo iba la gente a recoger la metadona y nunca te encontrabas a nadie paseando. Y los que iban a cogerla no hablaban hasta que a las siete se respartía. Entonces, se animaba el cotarro y se contaban sus historietas. Pero nadie se quedaba allí. Un lugar monstruoso…
B.T: ¿La metadona es el precio a pagar?
I.Z: Pero es que no sé por qué hay que pagarlo. Es un parche. Funcionas. Te levantas. Vas un poco autómata. Vives un sin vivir en mí.
Es como con el sexo, por ejemplo. No te lo mata del todo. Si surge, te apuntas, quizás, pero con la líbido medio muerta, medio aparcada. Y luego te quita la chispa.
V.L.M: (chispeante) La de la vida, o sea la de Coca Cola, que es a Pepsi lo que Velázquez a Goya o Marlene a Greta…
I.Z: La guerra entre Coca y Pepsi… ¿Os acordáis del concierto de Michael Jackson en Madrid? Lo patrocinaba Pepsi y dentro del campo, del estadio, sólo había puestos de Coca Cola…
En fin, que con la metadona sigues siendo dependiente y encima no tienes chispa. Es algo que no elegirías jamás. ¿Para qué colgarte de algo que no te da nada?
V.L.M: Escohotado piensa lo mismo… Me encantan esos mil silencios que guarda y cuando no puede más, salta porque realmente está oyendo mil memeces y luego ya no se calla.